09 octubre 2009

VIVENCIAS EN PEÑA DEL HIERRO II

A D. Enrique Mackay le sustituyó en la dirección el ingeniero de minas D. Federico Willke Lindegart, de origen alemán, que había sido capitán de la Wermacht en el frente ruso durante la segunda guerra mundial. Tuvo suerte de salir con vida.
En 1955, D. Juan Adam vendió sus acciones a la empresa Indumetal, interviniendo en la compra D. Federico Lipperheide, D. Domingo üuzmán y D. Javier Artola, venta que dio lugar a una nueva empresa, CONASA (Compañía Nacional de Piritas S.A.), una compañía vasca que fijó su sede en Madrid.
Hasta entonces. La Peña fue una compañía en la que no intervinieron accionistas españoles, un caso parecido al de Tharsis, sino solo ingleses con algu­nas partidas bastante importantes en manos de inversionistas franceses y otras en manos centroeuropeas. Este dato es importante ya que la minería onubense estuvo muy de moda en todas las bolsas europeas, no así en España, sin embargo dos inmensas fortunas de la aristocracia española se amasaron gracias a la compra de acciones de Río Tinto, cuando la mayoría del ahorro popular español se destinaba a la agricultura o al inmueble urbano.
Ya con la compañía española, el primer director técnico fue D. Antonio de la Mata León, Facultativo de Minas, junto al que se incorporó D. Manuel Martín Baquero como director administrativo, ambos procedentes de Bilbao. El nuevo director decidió utilizar la Casa de Huéspedes como vivienda, a la que se le reali­zaron importantes obras como la construcción del jardín. Desde entonces, esta casa la fueron ocupando los siguientes directores, quedando la antigua Casa Dirección para el alojamiento de las visitas.

Posteriormente ejercieron la dirección D. Teodoro Barabásh y D. Manuel Vázquez Marín, de Val verde del Camino, quien tras un corto periodo de tiempo en el cargo, murió en un accidente de tráfico ocurrido en las inmediaciones de la central eléctrica que la Compañía Sevillana de Electricidad tiene cerca de la Dehesa de Río Tinto, al colisionar el coche que conducía con uno de los propios camiones de la compañía que transportaban el mineral a Huelva.

Más tarde se incorporó D. José Zomeño y últimamente, como Director Facultativo, el ingeniero de Minas D. Juan Contreras, entonces director de Minas de Aznalcóllar.
Ya en la década de los sesenta, concretamente en los años 1966-67, la recién creada empresa Río Tinto Patino alquiló y rehabilitó la antigua Casa Dirección como residencia para sus técnicos, así como la Casa de Huéspedes y el antiguo laboratorio como viviendas, además de alquilar las aguas de la contramina
Algunos años después, a fines de 1973, Río Tinto Patiño compró las acciones de CONASA, pero siguió manteniendo comercialmente el nombre de esta empresa.


Miguel Vázquez Vázquez

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